¿Hasta que punto es importante en la
salud una buena convivencia matrimonial?
Es necesario que en el matrimonio exista intimidad,
comprensión, sinceridad, cariño y respeto. El cariño siempre debe mantenerse
vivo y fresco.
Hay serias consecuencias en la salud en aquellas personas que
su relación matrimonial viene haciendo agua por todos lados.
¿Qué consecuencias sufren, a nivel de
salud, quienes tienen relaciones de pareja insatisfactorias durante mucho tiempo?
Debra Umberson, socióloga de la Universidad de Texas, realizó
una investigación donde concluyó que el daño en la salud cuando no se lleva
bien una relación matrimonial se puede comparar a una persona que ha fumado
toda la vida. Imagínense el daño físico que puede provocar convivir 50 años con
una persona con la que las únicas palabras que intercambian son reproches y las
únicas miradas llevan el gesto amargo de la desaprobación.
Añade, además, que una mala relación de pareja puede
considerarse uno de los principales motivos de poca esperanza de vida de una
persona.
Pero esto no termina aquí, las evidencias afirmaron que este
tipo de parejas conflictivas afrontan un estrés continuado porque no pueden
encontrar apoyo y descanso en su compañero o compañera debilitándose su estado de salud al punto de
hacerlas vulnerables a problemas cardiovasculares y de hipertensión arterial.
La revista americana de cardiología publicó que los pacientes con problemas
cardíacos que tienen conflictos severos en sus matrimonios durante muchos años
tienen el doble de posibilidades de morir antes que aquellos pacientes
cardíacos que llevan relaciones matrimoniales satisfactorias.
Un estudio realizado en el Instituto Karolinska de Suecia
encontró evidencias de que las mujeres que sufren un infarto cardíaco y sufren
de estrés en su matrimonio tienen tres veces más posibilidades de tener un
nuevo infarto en los próximos años que aquellas que llevan un buen matrimonio.
Estudios realizados por la doctora Janice Glaser, de la
Universidad de Ohio, evidenciaron que los matrimonios que mantienen relaciones
problemáticas y hostiles tardaban más en que sus heridas emocionales se
cicatricen debido a la liberación de sustancias inflamatorias que reducen y detienen la capacidad de recuperación sentimental.
Además averiguó que tras una pelea de pareja entra en acción la adrenalina,
hormona que se libera frente a tensiones, peligros, y también el cortisol,
hormona que el organismo fabrica ante situaciones de emergencia, y el cual se
mantiene activo hasta 22 horas después de la discusión, además, la presión
sanguínea y la frecuencia cardíaca aumentaban considerablemente.
Otro dato curioso, es que el dolor físico es mayor en
aquellas mujeres que mantienen una relación turbulenta, agudizándose el dolor
en las articulaciones. En caso que sufran de artritis o dolor de espalda.
Umberson demostró que el impacto de una convivencia
matrimonial hostil se comienza a notar a partir de los 50 años de edad, lo
mismo ocurre con las consecuencias positivas de un matrimonio saludable. De
manera que se van a perjudicar o beneficiar según haya sido la calidad de la
relación.
La calidad de vida que tengas en la vejez tendrá relación
directa con la calidad de vida en pareja que desarrollaste durante toda la vida.
Las relaciones matrimoniales cálidas y satisfactorias traen felicidad y
bienestar sicológico a las personas.
Conclusión: Todo lo que siembras vas a cosechar. Si deseas
tener una vida saludable siembra a partir de hoy buenas palabras y buenas
acciones en tu matrimonio. ¡ Y Dios te bendecirá!
Trabajemos en grupos que con estos textos:
“No se hagan ilusiones: de Dios no se burla nadie. Lo que cada uno haya
sembrado, eso cosechará” Gálatas 6:7 V. Libre.
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con
ellas sabiamente, dando honor a
la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida,
para que vuestras oraciones no tengan estorbo” 1° Pedro 3:7
“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la
palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas” 1° Pedro
3:1
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