Una de las mentiras del diablo es hacernos creer que es lo mismo congregarnos o no hacerlo. Si este pensamiento gana espacio nuestro compromiso se vuelve superficial. En las escrituras encontramos una joven llamada Rode que entendió la necesidad de estar con el pueblo de Dios llegando ser útil para los planes divinos.
Leamos Hechos capítulo 12: 11 al 16
"Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba. Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando. Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta. Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: ¡Es su ángel! Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos"
Algunas características de Rode.
I- Estaba reunida con la iglesia.
“donde muchos estaban reunidos orando”
Rode no menospreció al pueblo del Señor, estaba presente donde estaba la hermandad. Era consciente que su fortaleza provenía de su unión con los hermanos en la fe. Debemos estar donde está la iglesia, movernos como cuerpo, fuera de él estamos perdidos como el pez fuera del agua.
II- Entendió la importancia de la oración unánime.
No era una reunión social, estaban orando por un motivo: La liberación de Pedro de la cárcel. Rode sabía que la oración produce resultados, que Dios actúa cuando sus hijos invocan su Nombre.
La oración en casa de María, donde también estaba Rode...
Movilizó ángeles del Señor,
Abrió las puertas de la cárcel,
Cegó los ojos de los guardias,
Provocó alboroto entre los soldados y
Posteriormente la muerte del villano Herodes dando paso a un nuevo periodo de la misión (Hechos capítulo 13).
La oración unida mueve los cielos y derriba sistemas corruptos. Necesitamos recuperar la oración conjunta y por causas específicas.
III- Estuvo atenta a su entorno.
“Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, la cual reconoció la voz de Pedro”
La oración es diálogo con Dios, no un frenesí que nos hace perder el contacto con el exterior. Podemos estar concentrados en la intercesión y a la vez estar atentos a nuestro alrededor. Rode oraba pero también oyó que llamaban a la puerta y reconoció que era Pedro. Nuestra sensibilidad nos debe llevar a orar con profundidad y de manera simultánea captar las necesidades circundantes.
IV- Era de corazón noble.
“de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que se encontraba Pedro”
La locura de Herodes provocó persecución contra la iglesia y el encarcelamiento de Pedro, su líder. En medio de esta conmoción Rode mantuvo un corazón noble, fiel, lleno de buenos sentimientos. Su corazón se llenó de gozo al oír la voz del apóstol y corrió a dar la noticia a los hermanos. ¿Has experimentado el verdadero gozo de ver a los hermanos y la alegría del milagro de Dios en ellos?
En conclusión:
-Estemos donde está la iglesia, el conjunto de los hijos de Dios.
-Demos un nuevo valor a la oración individual y colectiva.
-Atendamos las necesidades de nuestro alrededor.
-Mantengamos un corazón noble en medio de las aflicciones.
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