Una de las mentiras del diablo es hacernos creer que es lo mismo congregarnos o no hacerlo. Si este pensamiento gana espacio nuestro compromiso se vuelve superficial. En las escrituras encontramos una joven llamada Rode que entendió la necesidad de estar con el pueblo de Dios llegando ser útil para los planes divinos. Leamos Hechos capítulo 12: 11 al 16 "Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba. Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando. Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta. Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que ...
Liliana Riffel Kildau. liliana_riffel@hotmail.com